“Llegamos a la conclusión que muchas personas oyen las canciones pero no las escuchan. Ambas acciones son diferentes. Ese es el mensaje que queremos dejar como campaña, sin ofender ni discriminar a quienes escuchan o cantan reguetón. Queremos que las letras nos sean tan vulgares y que las mujeres seamos más respetadas”, concluye Hernández. La discusión está abierta.